lunes, 23 de enero de 2012

EL CUENTO NÚMERO 13



RESEÑA DEL LIBRO:


Cuando una vieja escritora acostumbrada a mentir y una joven librera empeñada en saber la verdad se encuentran, regresan los fantasmas del pasado, los secretos de una familia marcada por el exceso, las cenizas de un incendio memorable y el perfil de un ser extraño que aparece y desaparece tras las cortinas de una mansión.
Entre mentiras, recuerdos e imaginación se teje la vida de la señora Winter, una famosa novelista ya muy entrada en años que pide ayuda a Margaret, una mujer joven y amante de los libros, para contar por fin la historia de su misterioso pasado.
"Cuéntame la verdad", pide Margaret, pero la verdad duele, y solo el día en que Vida Winter muera sabremos qué secretos encerraba El cuento número trece, una historia que nadie se había atrevido a escribir.
Después de cinco años de intenso trabajo, Diane Setterfield ha logrado el aplauso de los lectores y el respeto de los críticos con una primera novela que pronto se convertirá en un clásico.

"El cuento número trece es un espléndido homenaje a la mejor literatura del siglo XIX, de La mujer de blanco a Rebeca, y muy especialmente Jane Eyre: todos los elementos de la novela gótica y de misterio están ahí, y Setterfield ha sabido combinarlos con maestría." The Independent

"El cuento número trece es un libro que nos devuelve el amor por la lectura." The Spectator

Me ha parecido curioso ver que la autora tiene una página en facebook, te la dejo:



EXTRACTO DE LA PRIMERA PÁGINA:

La carta
Era noviembre. Aunque todavía no era tarde, el cielo estaba oscuro
cuando doblé por Laundress Passage. Papá había terminado el trabajo del día, apagado las luces de la tienda y cerrado los postigos; no obstante, para que yo no entrara en casa a oscuras, había dejado encendida la luz de la escalera que subía hasta el piso. A través del cristal de la puerta un rectángulo blanquecino de luz se proyectaba sobre la acera húmeda, y fue mientras me hallaba en ese rectángulo, a punto de dar vuelta a la llave en la cerradura, cuando vi la carta. Otro rectángulo blanco, justo en el quinto peldaño empezando por abajo, donde no pudiera pasarme inadvertida.
Cerré la puerta y dejé la llave de la tienda en el lugar acostumbrado, detrás de los Principios avanzados de geometría, de Bailey. Pobre Bailey. Nadie se ha interesado por su libro gordo y gris en treinta años. A veces me pregunto qué piensa de su papel de custodio de las llaves de la librería. Dudo mucho que sea el destino que tenía pensado para la obra maestra que tardó veinte años en escribir.
Una carta para mí. Todo un acontecimiento. La dirección del sobre de esquinas crujientes, hinchado por los gruesos pliegues de su contenido, estaba escrita con una letra que seguramente había dado algún quebradero de cabeza al cartero. Si bien el estilo de la caligrafía era desusado, con las mayúsculas excesivamente adornadas y recargadas florituras, mi primera impresión fue que la había escrito un niño. Las letras parecían balbucientes. Los irregulares trazos se desvanecían en la nada o dejaban una profunda marca en el papel. Las letras que componían mi nombre no daban sensación de fluidez. Habían sido trazadas separadamente — M A R G A R E T L E A — , como si cada una de ellas constituyera una nueva y colosal empresa. Pero yo no conocía a ningún niño. Fue entonces cuando pensé: «Es la letra de una persona enferma».
Me embargó una sensación extraña. Hacía uno o dos días, mientras estaba haciendo mis tareas con calma y en privado, un desconocido — un extraño— se había tomado el trabajo de escribir mi nombre en ese sobre. ¿Quién era esa persona que había estado pensando en mí sin que yo hubiera albergado la más mínima sospecha?
Todavía con el abrigo y el sombrero puestos, me dejé caer en un peldaño de la escalera para leer la carta. (Nunca leo sin antes estar segura de que me hallo en una posición estable. Conservo esta costumbre desde que tenía siete años, cuando, sentada sobre un muro alto leyendo Los niños del agua, tan cautivada me tenía la descripción de la vida submarina que inconscientemente relajé los músculos. En lugar de flotar en el agua que con tanta nitidez me rodeaba en mi


Si quieres leer el primer capítulo completo, haz clic en el siguiente (y largo) enlace:

http://www.mediafire.com/?1jyywwnott5


Ahora me toca a mi. 


Este libro al principio me costó un poco conectar con él ya que explica dos espacios temporales, es decir, dos historias que cuesta distinguir donde estás en cada momento, pero enseguida, si le das un margen de uno o dos capítulos verás como empiezas a entrar en la historia (bueno historias porque hay dos) y entre ellas se va creando un lazo que al final resulta interesante. Te acaba sorprendiendo la historia y eso es algo que pocos libros tienen. Este no está nada mal.


Buena lectura!!!!!!!!!!

Ah, y gracias por dedicar unos minutos de tu tiempo a leer este post!  

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